La mesa es un espacio fundamental en la vida familiar, ya que no solo es el lugar donde se comparten las comidas, sino también un punto de encuentro que favorece la unión y la comunicación. En el Gimnasio Nuevo Reino sabemos que sentarse a la mesa juntos fomenta la interacción, fortalece los lazos familiares y permite momentos de conexión que van más allá de lo funcional. Durante la comida, los miembros de la familia tienen la oportunidad de compartir sus experiencias, preocupaciones y alegrías del día a día, lo que refuerza los lazos emocionales y crea recuerdos compartidos.
Además, la mesa es un lugar ideal para la formación de hábitos, tanto alimenticios como sociales. Los niños, al observar y participar en las prácticas diarias, aprenden a valorar la importancia de una alimentación balanceada, el respeto por los horarios y la consideración hacia los demás. A través de la práctica de compartir la comida, también se inculcan principios como el respeto, la paciencia y la empatía, esenciales para una convivencia armoniosa.
En cuanto a la etiqueta básica, esta ayuda a promover el respeto mutuo. El uso adecuado de los modales a la hora de comer —como esperar a que todos se sienten, no interrumpir a los demás, o utilizar los utensilios apropiados— enseña a los niños a comportarse de manera respetuosa en diversos contextos sociales, tanto dentro como fuera del hogar. A la vez, las pequeñas rutinas como compartir la mesa, agradecer por la comida y escuchar activamente a los demás, contribuyen a crear una atmósfera de respeto y consideración que fortalece los vínculos familiares.