Apoyar a un adulto mayor que está perdiendo facultades, incluida la memoria, puede ser un desafío emocional tanto para ellos como para los familiares y cuidadores.

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Apoyar a un adulto mayor que está perdiendo facultades, incluida la memoria, puede ser un desafío emocional tanto para ellos como para los familiares y cuidadores. Es crucial ofrecer ayuda de una manera que no haga sentir incómoda a la persona ni la ponga en una posición vulnerable. En el GNR somos empáticos con los adultos mayores. Aquí algunas sugerencias para brindar ese apoyo de manera efectiva y respetuosa:
1. Escucha activa y empatía
Escuchar de manera atenta es fundamental para que el adulto mayor sienta que su voz sigue siendo importante. No interrumpas ni minimices lo que dice, incluso si repite lo mismo varias veces. A veces, la confusión y la memoria deteriorada pueden llevar a que cuenten la misma historia una y otra vez. En lugar de frustrarte, muestra comprensión y paciencia. La empatía también es clave: valida sus sentimientos y experiencias sin juzgarlos.
2. Ofrecer ayuda de forma gradual y natural
En lugar de imponer ayuda, hazlo de manera que se sienta natural y no invasiva. Pregunta si necesitan algo en lugar de asumir lo que podría ser útil. Por ejemplo, en lugar de decir “Te ayudo a tomar tus medicamentos”, puedes preguntar “¿Te gustaría que te recordara cuándo tomar los medicamentos hoy?” de manera suave y respetuosa. Esto les da la autonomía de decidir.
3. Fomentar la independencia sin presionar
Es importante que los adultos mayores mantengan su independencia tanto como sea posible, por lo que debes ofrecer apoyo sin quitarles la sensación de control sobre su vida. Si bien puede ser necesario ayudarles con ciertas tareas, como organizar su agenda o tomar notas, siempre que sea posible, dales la oportunidad de hacer las cosas por sí mismos. Esto refuerza su autoestima y evita que se sientan disminuidos.
4. Crear un entorno seguro y predecible
El miedo a olvidar cosas puede ser angustiante. Ayudar a crear un entorno organizado y predecible es una forma práctica de reducir esta ansiedad. Puedes colocar recordatorios visuales, como calendarios, listas de tareas o etiquetas, que les ayuden a recordar lo que necesitan hacer sin que tengan que preguntar constantemente. Asegúrate de que estos recordatorios estén en un lugar visible y fácil de entender.
5. No asumir que la pérdida de memoria implica una pérdida total
Muchas personas mayores temen que sus problemas de memoria sean vistos como una disminución total de su capacidad mental. Evita hacer comentarios que puedan hacerlos sentir como si no pudieran hacer nada por sí mismos. Por ejemplo, si olvida una cita o un nombre, en lugar de reprochar o corregir de inmediato, puedes decir algo como: “Entiendo, a veces también se me olvidan esas cosas. Vamos a ver si encontramos la respuesta juntos.”
6. Fomentar la participación en actividades significativas
Las actividades que fomentan la memoria, la creatividad o simplemente el disfrute pueden ser muy útiles. Asegúrate de que participen en actividades que les interesen, como leer, escuchar música, hacer caminatas suaves o jugar juegos de mesa. Estas actividades no solo estimulan su mente, sino que también ayudan a mantener un sentido de propósito y disfrute en su vida diaria.
7. Mantener una comunicación clara y sencilla
Cuando hables con ellos, usa un lenguaje claro y directo. Si tienen dificultades para recordar algo, no los apures ni los presiones. Tómate tu tiempo, repite información de manera tranquila y sin hacer que se sientan apurados. Asegúrate de que comprendan la conversación, pero sin sobrecargarlos de detalles innecesarios.
8. Proteger su dignidad
Es fundamental que la persona no se sienta avergonzada por su condición. En lugar de hacerle preguntas que puedan hacerla sentirse incapaz (como “¿Te acuerdas de eso?”), busca maneras de que se sienta valorada. Ayudarle con un tono cálido y respetuoso, reconocer sus logros y recordar lo que aún puede hacer, puede fortalecer su autoestima.
9. Ser pacientes con las emociones
El deterioro de la memoria puede generar frustración, enojo o tristeza en la persona mayor. Es importante que estés preparado para manejar estas emociones de forma tranquila. Ofrecer apoyo emocional, ya sea simplemente estar presente para escuchar o brindar consuelo, puede ser de gran ayuda.
10. Cuidar de ti mismo/a como cuidador/a
Si eres quien está brindando apoyo, recuerda que también necesitas cuidar de tu propio bienestar. Estar al tanto de tus necesidades emocionales y físicas te permitirá brindar una ayuda más efectiva y sostenida a largo plazo. No dudes en buscar apoyo o compartir tus inquietudes con otros cuidadores o profesionales.
Al final, lo más importante es mostrarles que siguen siendo valiosos y capaces de vivir una vida significativa, a pesar de los desafíos que puedan estar enfrentando.

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